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La Corona de Adviento


ORIGEN
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La Corona de Adviento tiene su origen en una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para representar al fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno.
Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe católica.
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La Corona está formada por una gran variedad de símbolos:
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LA FORMA CIRCULAR
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El círculo no tiene principio ni fin.
Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios
y al prójimo que nunca debe de terminar.
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LAS RAMAS VERDES
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Verde es el color de esperanza y vida, y Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas.
El anhelo más importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.
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LAS CUATRO VELAS
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Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas la corona.
Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia.
Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cercana llegada de Cristo a nuestro mundo.
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EL LISTON ROJO
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El listón rojo representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.
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LAS MANZANAS ROJAS
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Las manzanas rojas que adornan la corona representan los frutos del jardín del Edén
con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron también la promesa del Salvador Universal.
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Cada domingo de adviento la familia o la comunidad se reúne en torno a la corona de adviento.
Luego, se lee la Biblia y alguna meditación.
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BENDICION DE LA CORONA
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Señor Dios,
bendice con tu poder nuestra Corona de Adviento para que, al encenderla,
despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo
practicando las buenas obras, y para que así,
cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén.