El don de piedad es un hábito sobrenatural
infundido por Dios con la gracia santificante
para infundir en nuestro corazón,
por instinto del Espíritu Santo,
un afecto filial hacia Dios,
considerándolo como Padre
y un sentimiento de fraternidad universal
para con todos los hombres
en cuanto hermanos nuestros
e hijos del mismo Padre.
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Efectos que produce en el Alma
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• Una gran ternura filial hacia nuestro Padre Creador.
• Nos hace adorar el misterio inefable
• Una gran ternura filial hacia nuestro Padre Creador.
• Nos hace adorar el misterio inefable
de la paternidad Divina intrauterina.
• Un filial abandono en los brazos del Padre Celestial.
• Nos hace ver en el prójimo un hijo de Dios
• Un filial abandono en los brazos del Padre Celestial.
• Nos hace ver en el prójimo un hijo de Dios
y hermano de Jesucristo.
• Nos mueve al amor y devoción a las personas
• Nos mueve al amor y devoción a las personas
y cosas relacionadas con la paternidad de Dios
y la fraternidad cristiana.
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“Se opone al don de Piedad la dureza de corazón, que nace del amor desordenado a nosotros mismos.”
“Se opone al don de Piedad la dureza de corazón, que nace del amor desordenado a nosotros mismos.”
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Medios para Fomentar este Don
Medios para Fomentar este Don
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• Cultivar en nosotros el Espíritu de hijos adoptivos de Dios.
• Cultivar el Espíritu de fraternidad universal con todos.
• Considerar todas las cosas como pertenecientes al Padre.
• Cultivar el Espíritu de total abandono en brazos del Dios.
• Cultivar en nosotros el Espíritu de hijos adoptivos de Dios.
• Cultivar el Espíritu de fraternidad universal con todos.
• Considerar todas las cosas como pertenecientes al Padre.
• Cultivar el Espíritu de total abandono en brazos del Dios.
