Cuando María ha echado raíces en un alma,
realiza allí las maravillas de la gracia
que sólo Ella puede realizar,
porque Ella sola es Virgen fecunda.
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María ha colaborado con el Espíritu Santo
María ha colaborado con el Espíritu Santo
a la mayor obra que ha sido posible, es decir,
la Encarnación del Verbo.
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En consecuencia,
Ella realizará también los mayores portentos
de los últimos tiempos.
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La formación y educación de los grandes santos,
que vivirán hacia el fin del mundo,
están reservadas a Ella,
porque sólo esta Virgen singular y milagrosa
puede realizar en unión del Espíritu Santo,
las cosas singulares y extraordinarias.
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Cuando el Espíritu Santo, su Esposo,
Cuando el Espíritu Santo, su Esposo,
la encuentra en un alma,
vuela y entra en esa alma en plenitud
y se le comunica tanto más abundantemente
cuanto más sitio hace el alma a su Esposa.
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Una de las razones principales
de que el Espíritu Santo no realice
maravillas portentosas en las almas,
es que no encuentra en ellas una unión
suficientemente estrecha con su fiel e indisoluble Esposa.
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San Luis-María Grignion de Montfort
Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen
n°35 y 36
