Perdón

Señor, no puedo empezar el año sin pronunciar esa palabra que tantas veces te debería haber dicho, pero que por mi negligencia y orgullo he callado.
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PERDÓN, Señor, por mis negligencias, descuidos y olvidos,
por mi orgullo, por mi vanidad, por mi necedad y capricho, por mi silencio y mi excesiva locuacidad.
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PERDÓN, Señor, por prejuzgar a mis hermanos, por mi falta de alegría y entusiasmo, por mi falta de fe y confianza en Ti, por mi cobardía y mi temor en mi compromiso.
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PERDÓN, porque me han perdonado y no he sabido perdonar.
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PERDÓN por mi hipocresía y doblez, por esa apariencia que con tanto esmero cuido pero, que en el fondo no es más que engaño a mí mismo y los demás.
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PERDÓN por esos labios que no sonrieron, por esa palabra que callé, por esa mano que no tendí, por esa mirada que desvié, por esos oídos que no presté, por esa verdad que omití, por ese corazón que no amó...
Por ese YO que se prefirió.

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Llena con tu amor mi silencio y mi gran cobardía.
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GRACIAS por todos los que no te dan las gracias.
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AYUDA a todos los que no imploran tu ayuda.
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PERDON por todos los que no te piden perdón.