Es imposible alcanzar el perdón que pedimos de nuestros pecados si nosotros no actuamos de modo semejante con los que nos han hecho alguna ofensa. Por ello dice Jesús: “Con la medida con que midáis se os medirá a vosotros”.
SAN CIPRIANO
*
Quien no perdona a quien le pide perdón arrepentido de su pecado, y no le perdona de corazón, no espere en manera alguna que Dios le perdone sus pecados.
SAN AGUSTIN
*
Conseguiremos que tire Dios nuestros pecados, si nosotros, por nuestra parte, nos esforzamos por atraer a los enemigos, tomando la iniciativa a la hora de perdonarlos: Con la misma medida con que midáis, seréis medidos. (Lc 6, 38)
SANTO TOMAS
*
Perdonemos siempre, con la sonrisa en los labios. Hablemos claramente, sin rencor, cuando pensemos en conciencia que debemos hablar. Y dejemos todo en las manos de Nuestro Padre Dios, con un silencio divino (Mt 26, 63), Jesús callaba…Si se trata de ataques personales, por brutales e indecorosos que sean, preocupémonos sólo de hacer buenas obras, que El se encargará de que brillen delante de los hombres (Mt 5, 16).
J. ESCRIVÁ DE BALAGUER
*
Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano? (Mt 18, 21). No encerró el Señor el perdón en un número determinado, sino que dio a entender que hay que perdonar con prontitud y siempre.
SAN JUAN CRISOSTOMO
*
Y si pecare contra ti siete veces al día... No se pone término al perdón con el número siete, sino que manda que se perdonen todos los agravios; o bien que se perdone al que se arrepiente. A veces con el número siete se indica la universalidad de cualquier cosa o tiempo.
SAN BEDA
*
¿Tú estás seguro, has pesado bien los pros y los contra? ¿Estás seguro de que es él quien ha pecado contra ti y no tú contra él? Si dices: “Estoy seguro”. Que tu conciencia descanse tranquila en esta certeza. No vayas a buscar a tu hermano que ha pecado contra ti, para pedirle perdón; te basta con estar presto a perdonar de corazón. Si estás dispuesto a perdonar, ya has perdonado. Te queda todavía pedir a Dios por tu hermano.
SAN AGUSTIN
*
Hay que perdonar a quienes afirman estar arrepentidos de las ofensas que nos hicieron, aunque esta actitud la adopte repetidas veces el que algo nos debe. Porque dice el Señor: “Si siete veces al día peca contra ti tu hermano y siete veces se vuelve a ti diciéndote: ‘Me arrepiento’, le perdonarás” (Lc 17, 4).
ORIGENES
*
Lejos de nuestra conducta, por tanto, el recuerdo de las ofensas que nos hayan hecho, de las humillaciones que hayamos padecido-por injustas, inciviles y toscas que hayan sido-, porque es impropio de un hijo de Dios tener preparado un registro, para presentar una lista de agravios.
J. ESCRIVÁ DE BALAGUER
*
Nada nos asemeja más a Dios que el estar siempre dispuestos a perdonar.
SAN JUAN CRISÓSTOMO
SAN CIPRIANO
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Quien no perdona a quien le pide perdón arrepentido de su pecado, y no le perdona de corazón, no espere en manera alguna que Dios le perdone sus pecados.
SAN AGUSTIN
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Conseguiremos que tire Dios nuestros pecados, si nosotros, por nuestra parte, nos esforzamos por atraer a los enemigos, tomando la iniciativa a la hora de perdonarlos: Con la misma medida con que midáis, seréis medidos. (Lc 6, 38)
SANTO TOMAS
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Perdonemos siempre, con la sonrisa en los labios. Hablemos claramente, sin rencor, cuando pensemos en conciencia que debemos hablar. Y dejemos todo en las manos de Nuestro Padre Dios, con un silencio divino (Mt 26, 63), Jesús callaba…Si se trata de ataques personales, por brutales e indecorosos que sean, preocupémonos sólo de hacer buenas obras, que El se encargará de que brillen delante de los hombres (Mt 5, 16).
J. ESCRIVÁ DE BALAGUER
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Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano? (Mt 18, 21). No encerró el Señor el perdón en un número determinado, sino que dio a entender que hay que perdonar con prontitud y siempre.
SAN JUAN CRISOSTOMO
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Y si pecare contra ti siete veces al día... No se pone término al perdón con el número siete, sino que manda que se perdonen todos los agravios; o bien que se perdone al que se arrepiente. A veces con el número siete se indica la universalidad de cualquier cosa o tiempo.
SAN BEDA
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¿Tú estás seguro, has pesado bien los pros y los contra? ¿Estás seguro de que es él quien ha pecado contra ti y no tú contra él? Si dices: “Estoy seguro”. Que tu conciencia descanse tranquila en esta certeza. No vayas a buscar a tu hermano que ha pecado contra ti, para pedirle perdón; te basta con estar presto a perdonar de corazón. Si estás dispuesto a perdonar, ya has perdonado. Te queda todavía pedir a Dios por tu hermano.
SAN AGUSTIN
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Hay que perdonar a quienes afirman estar arrepentidos de las ofensas que nos hicieron, aunque esta actitud la adopte repetidas veces el que algo nos debe. Porque dice el Señor: “Si siete veces al día peca contra ti tu hermano y siete veces se vuelve a ti diciéndote: ‘Me arrepiento’, le perdonarás” (Lc 17, 4).
ORIGENES
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Lejos de nuestra conducta, por tanto, el recuerdo de las ofensas que nos hayan hecho, de las humillaciones que hayamos padecido-por injustas, inciviles y toscas que hayan sido-, porque es impropio de un hijo de Dios tener preparado un registro, para presentar una lista de agravios.
J. ESCRIVÁ DE BALAGUER
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Nada nos asemeja más a Dios que el estar siempre dispuestos a perdonar.
SAN JUAN CRISÓSTOMO